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En las ultimas semanas, la Generación Z ha presentado una petición formal a la Real Academia Española (RAE) para reducir el vocabulario oficial del idioma a solo 32 palabras. Argumentan que el lenguaje extenso y el aprendizaje de su significado son abrumadores, quitándoles tiempo valioso que podrían dedicar a actividades más gratificantes, como ver y crear videos en TikTok o mantenerse al día con las últimas tendencias de moda.
María López, de 19 años, explica: "Es una pérdida de tiempo aprender tantas palabras. Nos estresa y nos quita tiempo para hacer cosas más importantes, como grabar nuestro contenido para redes sociales."
Los jóvenes aseguran que con un vocabulario limitado, la comunicación sería más directa y eficiente. "No necesitamos palabras complicadas para entendernos. Con 32 palabras básicas podemos decir todo lo que necesitamos," añade Carlos Rodríguez, otro firmante de la petición.
La propuesta incluye palabras esenciales como "sí", "no", "comer", "dormir", "bailar" y "video". Los defensores de la medida creen que un vocabulario reducido también facilitaría el aprendizaje del idioma para extranjeros y reduciría la carga educativa en las escuelas.
Los expertos en lingüística están divididos sobre la propuesta. Mientras algunos argumentan que una reducción tan drástica empobrecería el idioma y limitaría la capacidad de expresión, otros ven en la iniciativa una oportunidad para simplificar y modernizar el español.
Ana García, profesora de lingüística, comenta: "El lenguaje es una herramienta poderosa para la expresión y la comprensión del mundo. Reducirlo a 32 palabras sería una pérdida cultural significativa."
Sin embargo, los proponentes de la medida no se desaniman. Argumentan que la simplificación del lenguaje permitirá una mayor rapidez en la comunicación digital y ayudará a reducir el estrés asociado con el aprendizaje de palabras nuevas.
La RAE, por su parte, ha recibido la solicitud con interés pero también con cautela. "Estamos abiertos a discutir cambios en el idioma, pero una reducción tan drástica requiere un análisis profundo de sus implicaciones," dijo un representante de la academia.
La propuesta ha generado un debate encendido en redes sociales. Mientras algunos la apoyan fervientemente, otros la consideran una muestra de pereza intelectual. Los hashtags #32Palabras y #VocabularioGenZ se han vuelto tendencia en Twitter, con opiniones polarizadas al respecto.
Los estudiantes también destacan que, con menos palabras que aprender, podrían dedicar más tiempo a actividades creativas y de entretenimiento. "Preferimos pasar el tiempo en TikTok y en la nueva discoteca que abrieron en el centro. Aprender palabras complicadas es una pérdida de tiempo," concluye Marta Sánchez, una joven de 17 años.
La discusión sobre el futuro del vocabulario español está lejos de terminar, pero lo que está claro es que la Generación Z ha planteado una cuestión que invita a reflexionar sobre el equilibrio entre la tradición lingüística y la evolución de las necesidades comunicativas modernas.
En las próximas semanas, la RAE convocará a expertos y representantes de la Generación Z para un foro de debate. Será interesante ver si esta propuesta radical logra algún avance o si se queda como una curiosidad en la historia del idioma español.