
En una revelación inesperada, un perro equipado con inteligencia artificial ha comenzado a hablar, y su primera declaración ha sacudido el mundo de los amantes de las mascotas. Rex, un Bulldog Francés, se ha convertido en el portavoz de los perros en su vecindario, denunciando la absurda tendencia de la humanización canina. "Es agotador," dice Rex, "Ser tratado como un bebé gigante no es divertido. Me ponen sombreros ridículos, jerseys de lana que pican y me hablan con una voz aguda esperando que responda. Es humillante. La última vez que me pusieron un disfraz de unicornio, quise cavar un agujero y no salir jamás."
En el parque, otros perros han comenzado a compartir sus experiencias. Max, un Labrador, cuenta entre ladridos y gruñidos que la moda de llevar a los perros a terapia está en auge. "La mitad de nosotros no necesitamos terapia; son nuestros dueños quienes deberían ir," comenta Max. "Nos tratan como si estuviéramos en un desfile de moda o en un show de talentos. Necesitamos correr, oler cosas, ser perros, no muñecos vivientes." La terapia canina, irónicamente, se ha convertido en un espacio donde los perros pueden quejarse de sus dueños y del constante acoso de las redes sociales.
La tendencia de la humanización extrema ha llevado a una situación paradójica donde los perros, gracias a la inteligencia artificial, ahora pueden expresar su fastidio. "Queremos que entiendan que no disfrutamos ser tratados como humanos," concluye Rex, mientras se rasca incómodamente con un disfraz de abeja. "Si realmente nos quieren, deberían dejarnos ser perros." La revelación ha generado un debate acalorado entre los dueños de mascotas, algunos de los cuales parecen estar reconsiderando si su afecto realmente beneficia a sus compañeros de cuatro patas.
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